En esta oportunidad queremos hablar de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) y para ello convocamos a Valeria Scotti, referente de Diversidad, Equidad e Inclusión de Farmacity. Compartimos en esa nota su palabras y le agradecemos muchísimo su participación en unirSe.
«En un contexto global donde el cambio es la única constante, las empresas tienen una oportunidad única para convertirse en agentes de transformación social. Integrar los principios de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en las organizaciones no se trata solo de responder a las demandas actuales o de seguir una tendencia de mercado, sino de reconocer que vivimos en una sociedad diversa y plural. Es un compromiso profundo con los derechos humanos, una forma de construir organizaciones más justas y con propósito. Pero ¿qué significan realmente estos principios?
A mi entender, la diversidad es la riqueza que aporta cada persona con su historia, experiencia y perspectiva única. La equidad, por su parte, asegura que todas las personas, independientemente de su circunstancia o punto de partida, tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades para desarrollarse. Por último, la inclusión es la clave para que esa diversidad alcance todo su potencial, creando espacios donde cada voz cuenta y cada perspectiva es valorada.
Sin embargo, para que la diversidad, equidad e inclusión dejen de ser solo una intención y se conviertan en un cambio real, es necesario que las organizaciones desarrollen estrategias a mediano y largo plazo. No basta con declarar el compromiso, sino que se requiere un enfoque estructurado que permita establecer metas claras, medir avances y ajustar las acciones según el contexto. Implementar DEI de manera efectiva implica integrar estos valores en la cultura organizacional, en los procesos de selección, desarrollo y fidelización del talento, así como en la interacción con clientes, con la cadena de valor y con la comunidad.
Implementar una estrategia de DEI en las organizaciones es una cuestión de responsabilidad ética o social, pero por sobre todas las cosas es una ventaja competitiva. Cada vez son más los estudios que demuestran que equipos diversos son más innovadores, creativos y rentables. Además, en sectores como el de Retail, se vuelve cada día más esencial. Nuestra interacción constante con la comunidad nos exige comprender, representar y responder a las necesidades de las personas que nos eligen.
En Farmacity, construimos nuestra estrategia de DEI sobre cuatro pilares fundamentales:
- Género: promovemos la igualdad de oportunidades, desarrollamos políticas que fomentan la corresponsabilidad y trabajamos en red para prevenir y erradicar la violencia por razones de género.
- Discapacidad: creamos espacios accesibles, promovemos la inclusión laboral de personas con discapacidad y diseñamos experiencias de compra inclusivas.
- Diversidad socioeconómica: generamos oportunidades de empleo para quienes enfrentan barreras estructurales, trabajando en alianza con organizaciones de la sociedad civil.
- Diversidad sexual: promovemos un ambiente de trabajo inclusivo y respetuoso para que cada persona pueda expresarse libremente y con orgullo.
Estos pilares son el marco desde el cual impulsamos programas concretos que responden a las necesidades de nuestros equipos y nuestra comunidad. Nos inspira estar bien cerca, escuchando y adaptándonos constantemente para que la equidad y la inclusión se vivan día a día.
Un ejemplo de nuestro compromiso es el programa “Sé Protagonista”, implementado junto a Fundación Reciduca, que brinda oportunidades a jóvenes en situación de vulnerabilidad, ofreciéndoles las herramientas necesarias para insertarse en el mundo laboral y potenciar su futuro profesional. Además, con iniciativas como “TEAcepto”, en colaboración con APAdea (Asociación Argentina de Padres de Autistas), trabajamos para hacer de nuestras tiendas espacios más inclusivos y accesibles para personas con CEA (Condición del Espectro Autista) y sus familias.
El camino hacia una cultura organizacional diversa, equitativa e inclusiva no es sencillo, pero es necesario. Implica un esfuerzo constante, una reflexión continua y una acción coherente que trascienda los compromisos iniciales. Las organizaciones deben ir más allá de los discursos y construir una estrategia sólida que se traduzca en cambios estructurales, tanto a nivel interno como externo.
Es un desafío que requiere tiempo, pero también una inversión en el futuro, ya que solo aquellas organizaciones que logren integrar estos principios de manera efectiva estarán mejor preparadas para enfrentar los retos de un mundo cada vez más cambiante. La verdadera transformación comienza cuando la intención se convierte en acción.»
Valeria Scotti