En el mundo actual, en el que crece la preocupación por el cambio climático, cada vez son más las ciudades a nivel mundial que están adoptando medidas innovadoras para promover un futuro más verde.
Un dato que preocupa es que, según la ONU, la temperatura global aumentará 3,5°C respecto a la era pre-industrial y ya se alcanzó el umbral de +1°C. El sector inmobiliario juega un papel crucial: cerca del 40% de las emisiones de CO2 a nivel mundial provienen de los edificios y el sector de la construcción. A esto se suma que se desperdicia hasta un 30% de la energía en los edificios comerciales.
“Las ciudades más avanzadas están adoptando tecnologías de energía renovable y eficiencia energética pasiva y activa en edificios residenciales para reducir su impacto ambiental y mejorar la sostenibilidad”
Apunta Paula Altavilla, Directora General en Argentina, Paraguay y Uruguay de Schneider Electric, empresa que brinda soluciones para la eficiencia energética.
Dentro de las primeras tecnologías, desarrolladores y arquitectos son cada vez más conscientes de la orientación de las fachadas y ventanales para un mejor aislamiento térmico, así como el uso de tecnologías eficientes en la iluminación y climatización.
Entre las acciones de sustentabilidad activas, la generación de energía renovable «in situ», a través de paneles solares fotovoltaicos en techos y paredes de los edificios, tiene un peso preponderante.
La Inteligencia Artificial, clave para un futuro más sostenible
La inteligencia artificial desempeña un papel fundamental: hoy permite identificar patrones anómalos en el consumo de energía de un edificio y optimizar cuáles son los momentos indicados para autoabastecerse, almacenar o cuándo inyectar a la red eléctrica el excedente de energía generada.
En los edificios inteligentes también es cada vez más común la implementación de micro-redes, las responsables de, a través de algoritmos, regular la potencia entregada en cada cargador, en función de la demanda simultánea.
También están ganando presencia las «Smart Grids» o redes de distribución eléctrica inteligente. No solo eso: las ciudades inteligentes están adaptando herramientas avanzadas de predicción del clima para integrar de manera más efectiva estos recursos renovables en la red eléctrica.
La industria de la construcción y una necesidad de cambio
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), las emisiones indirectas de CO2 generadas por la construcción deberían bajar un 60% si se pretende cumplir con el objetivo de cero emisiones netas de carbonos de cara al año 2050. Frente a este desafío, la elección de productos con circularidad es clave a la hora de planificar y construir edificios cada vez más sostenibles.
Certificación en la Argentina: qué se está haciendo
El impulso hacia una mayor eficiencia energética es una necesidad apremiante tanto a nivel global como en Argentina, donde varios comités de profesionales están trabajando en la adecuación e implementación de estándares internacionales.
Entre ellos está LEED, una certificación otorgada por el World Green Building Council que evalúa aspectos como la ubicación, el uso de materiales sostenibles y la eficiencia en el uso de recursos. Los edificios certificados LEED son reconocidos por su menor consumo de energía, su reducción en las emisiones de carbono y su capacidad para proporcionar espacios saludables y confortables.
En paralelo, la certificación WELL se convirtió en un estándar global para identificar edificios y espacios interiores saludables. Se centra en aspectos como la calidad del aire, el agua, la iluminación, la actividad física y el confort térmico.
Hay que mencionar a Green Homes, una certificación local de Argentina Green Building Council que está en pleno desarrollo. La misma va a permitir certificar viviendas unifamiliares y multifamiliares, siguiendo los lineamientos de LEED for Homes.
La norma ISO 50001, en tanto, se enfoca en la gestión energética y es actualizada y adecuada por IRAM. Por último, la norma AEA 90364-8-1, establecida por la Asociación Electrotécnica Argentina en colaboración con el comité electrotécnico internacional (IEC), se utiliza para etiquetar instalaciones eléctricas residenciales, comerciales e industriales en función de su eficiencia energética.

 
                                    













